Dos personas. Se siguen queriendo. Llevaban casi 11 meses con mariposas en el estómago, contando cada día, minuto y segundo que pasaban juntos. Robando besos y caricias, susurros y ''te quiero's''. Robando todo cuando podía uno del otro, aunque más bien, se lo daban todo.
Los celos, ese gran enemigo del hombre, hicieron que ese amor quedara en ''entre dicho'', y cúmulos de dudas e incertidumbre asolaban sus cabezas.
Todo acabó con un simple ''esta bien, si es lo que de verdad quieres... te lo daré...'' Uno de los dos no tenía muy clara esa idea pero por desgracia, tuvo que perder esa batalla.
Días después haciéndole una proposición, que luego más tarde desecharía, díjole que lo pensaría.
Queriendo, sintiendo y amando aún, esta desdichada cuyo corazón estaba intentando volver a un anterior, fue consciente de que tenia celos. El vencedor, por llamarlo de alguna forma, tenía celos y se los mostró a esa vencida; todos los nervios de su cuerpo estaban llenos de fuerza, de esperanza y cuya mirada estaba encendida, pensó que podía hacer algo... pero quizá sea demasiado tarde para retornar algo pasado...
Todavía tiene mi corazón, y estando roto, no quiere devolverlo.
TE QUIERO DEMASIADO.