miércoles, 7 de agosto de 2013

¿Incomodidad o indiferencia?

Todo el mundo ha pasado alguna vez un momento incómodo. Una situación en la que lo único que se te pasa por la cabeza es el gran interrogante 'qué hacer'. Es una pena que a veces me sienta coaccionada para escribir y censurarme...

 ¿Os imagináis que una de vuestras mejores amigas cambia radicalmente de un día para otro? ¿O que comienzas a pensar que siempre ha sido así y que antes simplemente actuaba..?

miércoles, 5 de junio de 2013

Dieciséis meses.

Me paro. Me detengo en medio del camino esperando. Esperando a verle andar hacia mí. Como si fuera a aparecer. Como si pudiera volver a darle otro abrazo. Como si pudiera darle un beso en la calva tan morena con cabello grisáceo. 

Me paro. Contemplo los diferentes para ver por cuál podrá venir; cuál será el más cómodo para su muleta. Dispongo de varias opciones... 

Me vuelvo a parar. Es como si volviera a tener 7 años. Como si mi hermana estuviera llorando por reírme de ella y él me riñera por morderme las uñas: ''No te muerdas las uñas. Las uñas se las muerden los tontinos''. Dado por sentado que yo era muy lista. 

Pero pienso... Vuelvo a la cruel vida. Esa vida en la que él no está y no volverá a estar. En la que espero a que se meta en la cama y podamos rezar juntos antes de dormir; a que se duerma y ronque... ronque tanto que yo no pueda dormir y me ría por ello. A que me diga lo rico que está el melón que le ha dado su vecino en el campo. A que me vuelva a ayudar con mis deberes de matemáticas, a que me enseñe a contar mentalmente jugando a las cartas...

Cada día le pienso. Cada día me prometo que no morirá en mi cabeza. Cada día me digo que estará orgulloso de mí. 
Él me enseñó la vida; y la propia vida se lo ha llevado. 


...Pues yo no pedí despedidas, aunque era lo que más quería en el mundo.

domingo, 26 de mayo de 2013

Necesitaba llorar mientras escribía:

Necesitaba llorar mientras escribía y salió este muruño de sentimientos con la postilla de la herida hecha gusanos...

No tengo un motivo por el que llorar. O quizá sí. Pero mis lágrimas fluyen por segundos, desbordadas por mis mejillas y hasta llegar a la boca, cuando tímidamente la lengua las recoge como si quisiera que no se vieran.

Hace tiempo que quise cambiar a eso de no mostrar mis sentimientos y cuando creo que lo he conseguido, no me gusta. No estoy conforme y a veces no sé quién soy; tampoco cómo soy. A veces solo me queda mirar en sus ojos para saber quién fui y cómo cambié. A veces solo quiero ser como antes; como cuando fui feliz sin saberlo.
La mejor de las visitas, las suyas. Arropan mis sueños cada vez que me sumerjo en el mar de mi mente.

Sin embargo, quizá ellos no me olvidasen aún.

Por un momento llegué a pensar que mis cimientos se desmoronaban. Me había olvidado de ellos; de los que se habían ya olvidado de mí. Comencé a hablar tan efusiva como cuando me pongo nerviosa y me olvidé de ellos.

Por fin me he dado cuenta de que ya no están en mi vida. Comienzas a crecer y tu vida cambia... todo lo que tienes cambia hasta el momento en que te llegas a plantear si una mera sangre puede hacer que esa sea tu familia. 

Quizá se olvidasen de mí cuando dejamos de hablar, quizá cuando nos hicimos mayores, quizá cuando comenzaron a contar con nosotros en sus planes... o cuando simplemente lo hacían para ahogar nuestra existencia. 

Quizá me he dado cuenta de la capacidad que tengo para amar a las personas que no se lo merecen... Porque, si una vez me dieras tu cariño no significa que después puedas quitarme todo lo que necesitaba o lo que quería para vivir. Quizá arruinaste la vida de unos 4 niños; quizá también la de 7; de los que necesitamos cariño y no nos damos cuenta hasta que nos vimos con la negación acá en nuestra vera. 

Sé que aunque pasen los años, te seguiré pensando. Sé que siento algo por ti. No puedo negar que alguna vez te amé, como se supone que uno quiere a su ... Aunque, puedo afirmar que puedo odiarte por arruinar la vida como a ti te la arruinaron. Si tengo que sentir algo por ti será lástima y odio pues yo no elegí esta vida.

Te odio tanto de quererte y no ser correspondido.