jueves, 5 de julio de 2012

Realmente no sé cómo puedo soñar este tipo de experiencias. Desde que soy una maga empedernida a la que su varita no la ayuda, hasta soñar con una vida ficticia con familia.

miércoles, 4 de julio de 2012

Sin energía, sin fuerza

El domingo harán cinco meses: No quiero volver a recordar ese día. Ahora solo me pongo a pensar en cómo eran sus gestos, sus siestas, su estornudos... Ahora mi abuela cada día, me habla de él. Parece mentira que solo hayan pasado cinco meses. Se me han hecho tan largos, como cinco años; pero a la vez tan cortos como cinco horas.

Hoy estoy fría y harta de que, ese que tanto se queja de mí y de mi mierda, nuestra mierda, no haga nada por solucionarlo... no se da cuenta de que quizá la vida no nos vuelva a conceder este paso. No quiero que reflexione si lo hago yo, no quiero que haga nada, excepto pensar cómo estaríamos de bien. Cómo de bien, si se lo propone. Cómo podríamos ayudarnos y apoyarnos mutuamente.

La gente que me conoce realmente, sabrá que yo por las buenas, puedo ser la mejor persona que encuentres en tu vida. Al contrario, si me coges por las malas, puedo llegar a hacerte sufrir como nadie ha podido hacerlo antes. La cuestión es que actualmente, no cogerás ningún tipo de sentimiento. El 'hoy' simplemente, lo vivo con apatía y sin ganas de hacer nada. Me falta la felicidad que iluminaba mis ojos; la sabiduría de aquel segundo padre; la familiaridad en la vida...
De todas formas, sé que puedo entregar mucho de mí a la sociedad y, voy a hacer lo posible, aunque me cueste sudor, lágrimas y esfuerzo.

misma mierda, diferente día-semana-año

Harta de la sociedad:

¿Pero qué estoy diciendo? Estoy tan sumamente harta de todo... Solo con 17 años, y así de quemada, no me imagino cómo será mi vida con cuarenta años.
Desde muy temprana edad, desde que nací, los problemas rondaron mi vida con tanta facilidad como la de ir al colegio. Cuanto más crecía, más aumentaban. No directamente a mí, pero las circunstancias quisieron que varias 'hazañas' nos separasen.
Ahora, hay veces en las que me pongo a pensar y de tanto pensar, el problema llega que, estás tan harta que lloras, solo por la impotencia y por la desdicha de la humanidad.
No quiero protagonizar mis problemas, no digo que la gente no tenga, que incluso tendrán ¿peores? El caso es que, peores, no creo. Diferentes, diría yo.

Una cosa bastante clara es, cuanto mayores sean tus buenas intenciones y pensamientos, peor lo pasarás en la vida. Este mundo no está hecho para gente humilde.