miércoles, 4 de julio de 2012

Sin energía, sin fuerza

El domingo harán cinco meses: No quiero volver a recordar ese día. Ahora solo me pongo a pensar en cómo eran sus gestos, sus siestas, su estornudos... Ahora mi abuela cada día, me habla de él. Parece mentira que solo hayan pasado cinco meses. Se me han hecho tan largos, como cinco años; pero a la vez tan cortos como cinco horas.

Hoy estoy fría y harta de que, ese que tanto se queja de mí y de mi mierda, nuestra mierda, no haga nada por solucionarlo... no se da cuenta de que quizá la vida no nos vuelva a conceder este paso. No quiero que reflexione si lo hago yo, no quiero que haga nada, excepto pensar cómo estaríamos de bien. Cómo de bien, si se lo propone. Cómo podríamos ayudarnos y apoyarnos mutuamente.

La gente que me conoce realmente, sabrá que yo por las buenas, puedo ser la mejor persona que encuentres en tu vida. Al contrario, si me coges por las malas, puedo llegar a hacerte sufrir como nadie ha podido hacerlo antes. La cuestión es que actualmente, no cogerás ningún tipo de sentimiento. El 'hoy' simplemente, lo vivo con apatía y sin ganas de hacer nada. Me falta la felicidad que iluminaba mis ojos; la sabiduría de aquel segundo padre; la familiaridad en la vida...
De todas formas, sé que puedo entregar mucho de mí a la sociedad y, voy a hacer lo posible, aunque me cueste sudor, lágrimas y esfuerzo.

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